jueves, 31 de marzo de 2011

miércoles, 30 de marzo de 2011



Sometimes I think 
a soulmate is someone
who will make you be  
the most you that you 
can possibily be.

martes, 29 de marzo de 2011



Más interesante que lo que la gente dice es su pensamiento secreto
y esto es lo que importa conocer.



Delorentos - S.E.C.R.E.T

lunes, 28 de marzo de 2011



De mayor seré... lo que me guste. 

Eduard Punset



A mitad de curso surgen dudas de todo tipo. “Temo haberme equivocado a la hora de elegir” una determinada carrera; o bien “nunca debí haber confiado” en tal persona; “no sé qué me falta” que no acabo de sentirme seguro.

Es fascinante pensar que la mayoría de la gente no ha tenido la oportunidad de analizar el fundamento de sus dudas. Tomemos un ejemplo que afecta a millones de jóvenes y a sus padres. ¿Qué elemento debe ser el mío? –que es tanto como adivinar qué profesión elijo–. La pregunta no tiene ahora una respuesta fácil, porque el pensamiento científico está vaciando de contenido un arma que hasta ahora se había utilizado profusamente y con gran seguridad. Me refiero al llamado “coeficiente intelectual”.

Las generaciones anteriores estaban primordialmente interesadas en descifrar las capacidades de personas que buscaban un trabajo típico de lo que demandaba la sociedad industrial: ingenieros, economistas y científicos. Se prescindía erróneamente del vasto y fecundo campo creativo representado por las artes. Se creía que con un simple algoritmo se podía medir la inteligencia de cada cual y que esta se hallaba en los más preparados para los puestos más demandados.

Son muchos los que no se han percatado todavía de que todo ha cambiado. Hemos perdido confianza en los índices de inteligencia para medir la inteligencia y sobre todo la capacidad creativa de una persona. Hoy sabemos que difícilmente un solo universo puede prodigar lo que la sociedad necesita; son precisas interacciones entre fuentes académicas y creativas o artísticas.

Jacob und Wilhelm Grimm Zentrum

Los jóvenes y sus padres deberían buscar menos lo que hay alrededor suyo e intentar penetrar en cuál es el elemento vocacional de su hijo. ¿En qué aprendizaje me siento bien? Esa pregunta es mucho más importante que descubrir cuál es la demanda o el empeño de un determinado sector fuera de uno mismo. Vale la pena enumerar los secretos de la creatividad pródiga, además, en puestos de trabajo.

Lo primero es estar seguro de aquello que uno disfruta haciendo. Los padres deberían –al aconsejar a sus hijos– intentar desentrañar el aprendizaje añorado por sus hijos. ¿En qué les gustaría trabajar o pasar su vida? Eso es lo importante. El segundo secreto de la creatividad y el trabajo futuro es la pasión. Seguro que hay un aprendizaje al que nos gustaría dedicar la mayor parte de nuestro tiempo de forma apasionada; sin que nos demos cuenta de que pasa el tiempo. El tercer secreto de la creatividad que tanto hemos descuidado es algo más duro, a veces, de sustentar de manera prolongada. Pero es perfectamente posible hacerlo si se dan los dos primeros requisitos: ser consciente de la vocación sentida apasionadamente.

Se trata, claro está, de intentar controlar la situación y solo existe una manera para controlarla, y es profundizando con disciplina y rigor en el conocimiento de esa pasión. Hay un cuarto secreto de la creatividad necesario para compensar la falta de interacción entre ciencia y arte. No es posible fijarse un objetivo ambicioso, aunque sea la consecución de lo que se considera el elemento o vocación propia, sin asumir algún riesgo.

En el Renacimiento se había producido ya una verdadera revolución, en la que la creatividad –sobre todo a través del arte– acompañó a la ciencia. Vino después la Ilustración, en la que todo el aparato ideológico, mental y numérico estaba diseñado para garantizar el progreso de la revolución industrial. Desde entonces, la separación absurda entre contenidos académicos y emociones, entre ciencia y creatividad, marginó a esta causando un daño incalculable.

viernes, 25 de marzo de 2011

jueves, 24 de marzo de 2011

miércoles, 23 de marzo de 2011


La sociedad primitiva tenía sus máscaras, la sociedad burguesa sus espejos.
Nosotros tenemos nuestras imágenes



Erwin Wurm, Telekinetically bent VW-van






sábado, 19 de marzo de 2011

viernes, 18 de marzo de 2011


"Nunca sé demasiado bien si estoy vivo. De todas formas no me preocupa demasiado, creo que soy inmortal", le confesó a una de sus parejas. La idea de su inmortalidad surgía como pretexto cada vez que un Warhol paternal le achacaba el abuso de drogas: "No te preocupes, soy inmortal"


El legendario currículo de Basquiat evoca parte de su experiencia existencial: un chico negro haitiano-puertorriqueño que vive en las calles de Nueva York, estampa su firma en las paredes y luego empieza a pintar cuadros que se exponen y se venden en todo el mundo a través de los marchantes, que se comportan como buitres; un chico que colabora durante un año con Warhol pintando de una forma atrevida y muy pura en los mismos lienzos; un chaval que durante una década produce miles de imágenes y luego muere de sobredosis. 

Por lo general, cuando un hombre o una mujer quiere rebatir las falacias que le rodean, y con las que vive, lo hace con argumentos en busca de las verdades ocultas. Basquiat eligió una estrategia distinta. Intuyó que hoy las verdades vitales y ocultas no se pueden describir con ninguno de los idiomas que se utilizan constantemente para promover mentiras: veía cualquier lengua oficial como un código para transmitir mensajes falsos. Su estrategia como pintor era desacreditar y romper esos códigos y dejar que entraran algunas verdades vibrantes, invisibles y clandestinas. Su táctica como pintor tiene que ver con algunas formas del rap y también guarda relación, aunque de forma distinta, con los empeños de Julian Assange y Wikileaks, en los que actúa a la manera de un saboteador. Como artista, Basquiat deletrea el mundo en un idioma que está deliberadamente roto.

Para aclarar lo anterior, pensemos por un momento en los ciegos (Basquiat tenía una vista muy afilada, pero la comparación puede sernos útil). Observen a una persona ciega transitando por algún sitio público: andando por la calle, cruzando la calle, subiendo por una escalera mecánica, viajando en un vagón de metro, bajándose al andén o subiendo unas escaleras. Los ciegos se mueven y sortean los obstáculos haciendo preguntas y recibiendo respuestas con todos los sentidos excepto la vista. Y a veces, sobre todo si van dos juntos, se mueven y se abren camino con más rapidez y eficacia que los que pueden ver.

Los ciegos reciben la información y las perspectivas que les ofrecen los sonidos, el aire, sus bocanadas y temperaturas, el roce de sus bastones, los pies y las manos. Para ellos, cada sentido tiene su propio lenguaje con el que reconoce y define lo que existe. Sin embargo, lo que distingue a los ciegos de los que pueden ver es que los primeros aceptan que una gran parte de lo que existe es indescriptible: familiar, odioso o adorable, esencial, pero, no obstante, indescriptible por ser invisible.

Como pintor, al enfrentarse al mundo al que se tuvo que enfrentar, Basquiat era profundamente consciente, al igual que un ciego, de que una gran parte de lo real es indescriptible. Para él, su ansiado objetivo consistía en sintonizar con lo invisible. ¿Y por qué quería hacerlo? Porque no se puede mentir sobre algo invisible.

¿Cómo procedía en el plano visual o gráfico? Inventó su propio alfabeto visual, que estaba formado no por 26 signos, sino por centenares de ellos. Incluían el alfabeto romano, números, signos geométricos, emblemas de pintadas, logos, símbolos de mapas, pictogramas, esquemas, diagramas y dibujos, y con todos ellos deletreaba el mundo. A todo le da un nombre que no pertenece a ningún idioma oficial y es impronunciable en ellos. Por tanto, no puede atraparlos ninguna mentira ni ningún idioma oficial: son libres. De hecho, son una demostración ejemplar de la libertad, una instigación a la libertad.

Jean-Michel Basquiat - Vive rápido, muere joven y deja una hermosa obra
Basquiat en su estudio de NY en Great Jones St.,1985

Jean-Michel Basquiat - Vive rápido, muere joven y deja una hermosa obra
Su marchante Annina Nosei lo tuvo encerrado en el sótano de su galería pintando cuadros (ahora calificados como 'primeros Basquiat', para distinguirlos de los menos apreciados 'últimos Basquiat', pintados tres años más tarde) que ella vendía antes de que estuvieran 
secos y, algunas veces, antes de que estuvieran acabados.



Basquiat sólo vivió 27 años: falleció el 12 de agosto de 1988. Una sobredosis de speedball (fulminante combinación de cocaína y heroína) nos privó de saber hasta dónde hubiesen llegado sus posibilidades. En menos de diez años, realizó 40 exposiciones personales y más de 100 colectivas. Si bien comenzó en el universo de los graffitis, pintó unos 900 cuadros y unos 1250 dibujos.

jueves, 17 de marzo de 2011






Electric President - Ten thousand lines

miércoles, 16 de marzo de 2011

martes, 15 de marzo de 2011




Satellites - It´s a Joy



Applfred

lunes, 14 de marzo de 2011


Mira a la derecha y a la izquierda del tiempo y que tu corazón aprenda a estar tranquilo.



viernes, 11 de marzo de 2011

miércoles, 9 de marzo de 2011

martes, 8 de marzo de 2011




The Dancing House aka. Fred and Ginger are Dancing, Praga 



Inicialmente esta parcela albergaba un edificio clásico, que con el tiempo se fue deteriorando, hasta sufrir un grave bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial, desapareciendo por completo en el año 1960. Fue varios años después cuando un estudio de Arquitectura le propuso a Gehry realizar una obra que se convierta en sello de la ciudad, la cual se terminó en 1996.

Ghery va más allá de la cultura y formas checas para incorporar parte de la cultura estadounidense en una Praga llena de construcciones medievales e históricas. Gehry juega con las formas y las líneas, que comienzan en la primera estructura y siguen su recorrido en la siguiente estructura, y llega a plamar de manera sobresaliente la sensación de movimiento. El sinuoso edificio, conocido como Dancing Building, fue construido con paneles de concreto orientados en diferentes ángulos recubiertas por una piel de vidrio suspendida en un extremo, recordándonos lo que serían las vestiduras de una bailarina, que acompaña un robusto bailarín cilíndrico a su lado.

Asimismo, delimita a cada uno de los personajes: a Fred Astaire con su típico sombrero en la cabeza y a Ginger Rogers con esa figura esbelta y bien definida que la caracteriza.




jueves, 3 de marzo de 2011


La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.


Munk - Keep my secret

martes, 1 de marzo de 2011