viernes, 25 de febrero de 2011



 Al ser nominado al Oscar al mejor documental, Banksy hizo esta declaración a través de su página web:

"No estoy de acuerdo con el concepto de las ceremonias de entregas de premios, pero estoy preparado para hacer una excepción con aquellos a los que estoy nominado". 

Una declaración de intenciones de quien ya es tratado como el genio no sólo del arte callejero, sino también del marqueting y el autobombo en estado puro. En una pared (no cualquier pared) de Los Angeles, pocas horas después de saberse que el documental de Banksy estaba nominado para los Oscars apareció una enorme obra en la que soldados imperiales de La Guerra de las Galaxias custodian y retransmiten la imagen de un oscar gigantesco que es en realidad la figura de Banksy en su propia película. La pared en la que se alza su última obra no está escondida y resulta haber sido lienzo de otros artistas como aquel enorme graffiti de la actriz Marion Cotillard, ganadora por su papel en el biopic de Edith Piaf; o aquella descocada Mona Lisa que enseñaba el trasero, obra de Nick Walker.

El misterio sobre la identidad del autor obligó a los miembros de la Academia a tomar una decisión radical: no permitirle a Banksy subir a recoger su premio en caso de ganar. Los directivos de la academia temen entregarle el premio a la persona equivocada. O que luego aparezca alguien reclamando el premio como suyo, y han declarado:

La divertida, pero inquietante posibilidad que tendríamos es que, si el film gana, suban al escenario cinco tipos con máscaras de monos, todos gritando: “¡Yo soy Banksy!”… ¿A cuál de ellos le entregamos la estatuilla?

En fin, temen que el Oscar sea víctima de una de las jugarretas del misterioso artista: Banksy suele usar una máscara de simio para ocultar su identidad y se hizo célebre al infiltrarse en museos para colgar cuadros apócrifos, parodias. Además, es proverbial su postura crítica contra la comercialización del arte. De su arte, inclusive. ¿Se iba a salvar el Oscar de uno de sus corrosivos ataques?

Precisamente frente al edificio que alberga el sindicato de directores de Hollywood también apareció una figura de un lascivo Mickey Mouse persiguiendo a modelos...

...aunque al día siguiente presentase este aspecto

…Al día siguiente había desaparecido.

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